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Historia del cannabis VIII (2)

| sábado, 4 de abril de 2009

La marihuana en el siglo XIX (2)

Según las Ordenanzas de Farmacia (1860) los profesionales autorizados para vender haschisch (que era catalogado como "substancia venenosa") en el Estado Español -tanto al por mayor como al por menor- eran los drogueros y los boticarios.

Estos únicamente debían observar un requisito mínimo para expenderlo: "exigir una nota fechada y firmada por persona conocida y responsable, que exprese con todas sus letras la cantidad de la sustancia pedida y el uso a que se destina".

El consumo ya gozaba de cierta fama en los ambientes literarios.

La primera aportación americana sobre el uso terapéutico de la marihuana data también de este año (1860) se trata de un escrito de la sociedad médica de Ohio sobre la acción de la planta en caso de espasmos y convulsiones, así como sus efectos sobre trastornos intestinales.

Durante la guerra civil norteamericana la marihuana era el primer analgésico de las tropas yanquis hasta la introducción de la morfina inyectable, a finales de 1863.

De 1860 a 1900 en las exposiciones internacionales y las Ferias de Muestras a menudo contaban con un salón turco para fumar (eran muy populares en aquel entonces).

Por ejemplo existió en la Exposición del Centenario de 1876 en Filadelfia un pabellón del hachís turco.

En 1868 el médico E. J. Waring, en su libro sobre farmacopea india cita la opinión del doctor Christison, que emplea el cáñamo en forma de láudano o tintura alcohólica: "Por su energía, seguridad y conveniencia, después del opio el cáñamo indio es el mejor analgésico, hipnótico y antiespasmódico, y a veces llega a igualarlo."

En 1868 Egipto (ocupada por los turcos) se convierte en el primer país que prohibió el consumo de cannabis, los turcos se quejaban de que el uso de marihuana hacía que los egipcios se comportaran de forma irrespetuosa con el Sultán y su corte.

Pero en 1874 se autorizó su entrada mediante el pago de un arancel aduanero, pero las autoridades de Constantinopla (Egipto formaba parte de Turquía) en 1877 ordenan la destrucción de todo el hachís y en 1879 la importación fue prohibida.

En 1884 se descubrió que el hachís no había sido destruido y que era vendido al extranjero en provecho de los funcionarios de aduanas. Hasta 1883 del 75% al 90% del total del papel era a base de cáñamo.

En 1870 la marihuana aparece en la farmacopea americana como medicina para varias enfermedades.

La primera vez que se fumaron un "porro" en la América del hemisferio norte fue en esta misma década en las Antillas (jamaica, Bahamas, Barbados, etc...) y este hábito llegó a los EE.UU. con la inmigración de miles de hindúes importados como mano de obra barata.

Alrededor de 1886 marineros mejicanos y negros, que comerciaban con las islas Antillas tuvieron un primer contacto con la marihuana y propagaron su uso por todas las Antillas y Méjico.

En estas islas se fumaba cannabis para aliviar el pesado trabajo de los campos de caña, soportar el calor, y para relajarse por las tardes sin que luego tuvieran la resaca de alcohol mañanera.

En 1883 se abrieron legalmente salones para fumar hachís en Nueva York, Boston, Filadelfia, Chicago, San Luis, Nueva Orleans, etc... En esta década el Boletín Oficial de la policía calculó que había 500 salones para fumar hachís en la ciudad de Nueva York.

En 1884 el hachís le provocó a Nietzsche visiones. Era mientras escribía Zaratustra. En 1885 James F. Johnston publica Química de la vida común, libro que tendrá un enorme éxito, se vendieron doce ediciones.

En el segundo volumen de la obra habla por extenso de los "narcóticos que consentimos" y el capítulo XVI trata sobre "nuestra debilidad humana":

"Somos, en verdad, criaturas débiles... cuando un grano de haschisch puede vencernos, o unas pocas gotas de láudano postrarnos; pero ¡Cuánto más débiles de espíritu, cuando -al saber los males a que nos conducen- somos incapaces de resistir las tentaciones fascinantes de esas insidiosas drogas!"

En 1890 el médico personal de la reina Victoria de Inglaterra, Sir Russel Reynolds, le receta cannabis para sus problemas menstruales; "él reconoce en el primer número de la revista The Lancet que el cannabis cuando está puro y es administrado cuidadosamente, es una de las más valiosas medicinas que poseemos".

El también escribió en su diario el 22 de mayo de 1890: "Parece ser que hay muchos casos de epilepsia en la población adulta, creo que se trata de males de origen nervioso y que el cáñamo indio cura de manera muy remarcable".

Uno de los primeros trabajos serios fue el realizado en 1894 por una comisión anglo-india, la comisión British Raj, en siete volúmenes y con 3281 paginas, con el nombre de "Report of the Indian Hemp Drugs Commission", con el testimonio de millares de consumidores, así como la opinión de doctores, autoridades civiles y religiosas y otras personalidades.

Entre una de sus conclusiones es que su uso moderado no producía lesiones en la mente e incluso puede ser beneficioso:

  • Con respecto a los efectos físicos su uso moderado no produce prácticamente ningún resultado nocivo
  • El uso excesivo sí causa daño pues tiende a poner al consumidor en una situación más vulnerable a la enfermedad
  • Puede causar bronquitis debido al humo inhalado
  • No produce su uso moderado ningún efecto perjudicial en la mente pero en sujetos con debilidad o predisposición hereditaria pueden inducir demencia
  • Su uso moderado no produce lesión moral de ninguna forma incluso los consumidores excesivos es ordinariamente inofensivo
  • No existía ninguna conexión entre los derivados cannábicos y los instintos criminales

En su último párrafo se lee: "El cáñamo es una hierba santa y benéfica... Prohibir o restringir severamente su uso provocaría grandes sufrimientos y molestias, y una cólera profunda en los numerosos grupos de venerados ascetas. Robaría al pueblo el disfrute de una solaz en la incomodidad, de un remedio en las dolencias, de un guardián cuya benévola protección libra de los ataques de las influencias malignas".

En 1895 por primera vez se utiliza la palabra marihuana por los seguidores de Pancho Villa.

A finales de este siglo en España la compañía farmacéutica Grimault y Cía, "farmacéuticos en París de S.A.I. al príncipe Napoleón", anunciaban Cigarros Indios de Cananbis Indica, elaborados con "extractos de cáñamo índico de Bengala", que poseían propiedades para combatir no sólo el "asma", "la opresión" y la "sofocación", sino también otras dolencias como "la tos nerviosa, el insomnio, la tisis laríngea, la ronquera, la extinción de la voz y las neuralgias faciales".

Fuente: www.cannabismedicinal.com.ar

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